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viernes, 14 de noviembre de 2014

.- SORPRENDEME .- CAPITULO 9

9
Una semana después, ______, con el pie recuperado, dejó a Sami con su
vecina Dora. La niña lloró. Cada vez le costaba más separarse de su madre
y ella se marchó con el corazón encogido.
Tenía que volar junto a sus compañeros a Kabul para llevar
suministros. Sería un viaje corto, por lo que no llamó a su madre y le dijo a
Dora que regresaría en un par de días. Pero al llegar a su destino todo se
complicó y lo que iba a ser un viaje de cuarenta y ocho horas se convirtió
en uno de setenta y dos. Había varios heridos que trasladar a Alemania por
un accidente con uno de los coches, pero no habían llegado aún a la base de
Kabul y había que esperarlos.
—Teniente Parker.
—Sí, señor —contestó _______, saludando a un hombre de mediana edad.
—Dígale a alguno de sus hombres que le indique al doctor Jones
dónde está el material que necesita.
Con profesionalidad, ella miró a dos de sus hombres y les indicó:
—Johnson, Hernández, busquen el material del doctor Jones y
ayúdenlo a cargarlo en su vehículo.
El médico, un hombre serio y callado, llamó a varios de sus hombres
y les ordenó cargar aquellas cajas junto a Johnson y Hernández en un jeep.
Tenían que llevarlo hasta la tienda de campaña que utilizaban como
hospital de primeros auxilios.
La vorágine se hizo a su alrededor mientras la teniente Parker, albarán
en mano, indicaba con voz de mando la distribución de todo lo que habían
llevado en el avión. De pronto un militar dijo:
—Teniente, busco las pilas para las gafas de visión nocturna y
térmica. Dígame en qué contenedor están.
______ miró el albarán y rápidamente respondió:
—En el diecisiete y dieciocho, señor.
El hombre, tras mirarla, asintió y preguntó:
—¿Es usted la hija del mayor Cedric Parker?
—Sí, señor.
—Dele recuerdos del comandante William Sullivan cuando hable con
él... y ahora, váyanse usted y su equipo a descansar. En cuanto lleguen los
heridos que esperamos, partirán hacia su destino.
_______ asintió. No le gustaba decir de quién era hija, porque rápidamente
muchos se mofaban. Y así fue. En cuanto entraron en una de las tiendas, un
teniente al que no conocía se burló:
—Vaya... vaya... si esta aquí la niñita del mayor Parker.
Al oírlo, ______ lo miró y siseó:
—¿Por qué no te vas a la mierda?
Varios de los presentes se carcajearon. Ser mujer y militar aún era
difícil en el ejército y ser hija de un alto mando no lo facilitaba.
_______ miró al hombre que la increpaba y le hizo un gesto soez con el
dedo. Todos volvieron a reír.
—¡Guau..., qué chica más dura!
—Teniente —intentó mediar Neill—, creo que...
—Tranquilo, Neill —cortó ella con chulería—. Sé defenderme sola de
los capullos.
El militar sonrió, y mirando de nuevo a ______, que intentaba pasar de él,
dijo:
—Yo sólo veo dos buenas tetas y un culito precioso.
Neill y Fraser se tensaron. Conocían a ______ y sabían cómo solían
acabar ese tipo de bromas con ella. La joven, tras mirar al hombre con
indiferencia, se acostó en el catre. No quería problemas. Estaba muy
cansada. Pero el militar con ganas de jaleo continuó:
—Necesitas que te dé mimos. Tu cara me dice que estás algo
necesitada.
No le hizo falta oír más. ______ se levantó como con un resorte del
camastro, cogió una bota del suelo y la lanzó con todas sus fuerzas,
dándole directamente en la cara.
—¡Me has roto un diente! —gritó el hombre, estupefacto.
Neill y Fraser sonrieron y más cuando oyeron a ______ decir en un tono
peligroso:
—Si vuelves a dirigirte a mí, gilipollas, te juro que tras ese diente te
voy a romper la boca entera. Y ahora, si no te importa, capullo, quiero
dormir.
Dieciocho horas de espera después, por fin llegaron los heridos que
debían trasladar y ______ se quedó sin habla. Ante ella había varios
compañeros de la compañía Bravo 4, la de Mike. Ramírez, Friedman y
Clooney se alegraron al verla. Ella los abrazó y ellos le explicaron que
habían herido al comandante de su unidad y que no tenía buena pinta. Eso
la preocupó y fue en su busca.
Conrad Palmer, comandante del batallón y buen amigo de Mike y de
ella, al verla exclamó:
—Teniente, ¡qué agradable verla!
_______, dejándose de formalismos, se agachó junto a él. Tenía sangre en
el costado y estaba muy pálido y caliente.
—Conrad, ¿cómo estás?
Él, con los ojos vidriosos por la fiebre, la miró.
—He estado mejor —respondió mientras un enfermero le inyectaba
algo en el suero.
—Sami recibió el juguete que le enviaste por su cumpleaños. Gracias
—dijo ______ con una forzada sonrisa.
El hombre se alegró.
—¿Le gustó?
Ella asintió, intentando contener las terribles ganas que tenía de llorar.
Conrad era un hombre fornido y lleno de vida. Y verlo así y con aquel hilo
de voz la hizo presuponer que nada iba bien y se asustó.
Durante unos segundos, ambos se miraron hasta que al final él dijo:
—Sabes que apreciaba mucho a Mike, pero también sabes que eras
demasiado buena para él y que no te merecía, ¿verdad? —_______ no
respondió. Pensó en la carta de Mike que Conrad le envió cuando aquél
murió—. Si hubieras sido mi chica, nunca te habría decepcionado.
______ asintió y, entendiéndole, repuso:
—Fui feliz con él, Conrad. Con eso me quedo.
—Siempre me constó, preciosa. —Sonrió dolorido—. Pero tú te
mereces algo mejor. ¿Has rehecho tu vida?
—No tengo tiempo. Yo creo que...
Con un esfuerzo que le crispó el semblante, él le cogió la muñeca y
exigió: —Hazlo.
Una vez la soltó, ella asintió con cariño y murmuró:
—Lo haré, Conrad.
—Te exijo que lo hagas, teniente. Es una orden —susurró él con un
hilo de voz—. Hazlo por mí. No me decepciones.
La joven teniente asintió y, tragándose las lágrimas, respondió:
—De momento, lo que voy a hacer es llevarte a Alemania para que te
curen.
—No lo dudo. —Y antes de perder la conciencia, musitó—: ______,
disfruta de la vida.
Fraser y Neill, que sabían quién era aquel hombre, se miraron al oír
aquello.
Mike y Conrad eran muy amigos y sabían lo mucho que la joven
teniente apreciaba al comandante. Pero aquello no pintaba bien. Los
médicos se lo habían dicho al interesarse por su estado. Y cuando ______
entró en la cabina del avión y se sentó en su asiento, Fraser dijo:
—_______..
—Eh... eh... eh... —lo cortó ella—. No, Fraser. No digas nada.
Tenemos que llegar a Alemania lo más pronto posible.
La angustia se apoderó de ______. Necesitaban despegar cuanto antes de
allí y llegar al hospital. Pero todo era lento, demasiados heridos. Cuando
por fin pudo hacerlo, la adrenalina y la angustia le llenaban el cuerpo y no
pudo hablar hasta que llegaron a Alemania. Pero cuando aterrizó, supo que
el comandante Conrad Palmer había muerto.
Desesperada, no soltó una lágrima delante de nadie y cuando el avión
quedó vacío, caminó con decisión hacia el despacho del comandante
Lodwud. Éste, al verla entrar, vio su gesto y, enterado de las malas
noticias, no dijo nada. Firmó los papeles que ella dejó sobre su mesa y
cuando vio que la joven se metía el bolígrafo en el bolsillo superior de su
mono caqui, mirándola preguntó:
—¿Hoy no cierras el pestillo de la puerta?
Sin ganas de sexo, sólo de escaparse y olvidarse de lo ocurrido,
respondió:
—No.
Él se levantó, caminó hasta ella y, sin tocarla, murmuró:
—¿Pasas la noche conmigo?
—No. En cuanto pueda, salgo para Múnich.
El dolor y la rabia que vio en sus ojos lo hizo insistir:
—Atrásalo hasta mañana.
______ lo miró. Realmente, el comandante James Lodwud era un hombre
muy apetecible.
—Lo siento, pero no —repuso.
Sin más, abrió la puerta y él la agarró del brazo para detenerla.
—Si tú no vienes, sabes que llamaré a otra, ¿verdad?
Eso la hizo sonreír. Para ella James no era más que sexo, y soltándose
con un seco movimiento, respondió antes de salir por la puerta:
—Pásalo bien, James.

Cuando llegó a su casa, abrazó a Sami. Necesitaba calor humano.
Calor sincero. Calor con amor, y no dejó de abrazar y besar a su hija hasta
que ésta se durmió.
Mike muerto...
Conrad muerto...
El teléfono sonó y rápidamente lo cogió. Era Robert. Su buen amigo
Robert.
—Hola, preciosa, ¿cómo estás?
—Jodida... muy jodida —respondió, encendiéndose un cigarrillo.
Robert, que se había enterado de lo ocurrido, se lamentó:
—Siento mucho lo de Conrad, ______.
—Lo sé, Robert. Lo sé. ¿Cómo te has enterado?
—El hermano de uno de mis hombres está en la Bravo 4.
Durante un segundo, ambos permanecieron callados, hasta que Robert
dijo:
—______, esto no es vida para ti. Entiendo que te guste pilotar, pero creo
que deberías replantearte lo de seguir en el ejército.
Oír eso la hizo sonreír.
—Si no supiera que es técnicamente imposible, pensaría que has
hablado con mi madre.
Ambos sonrieron y él preguntó:
—¿Cómo llevas el curso de diseño gráfico?
—Abandonado. No tengo tiempo, Robert. Entre unas cosas y otras.
—Debes sacar tiempo, ______, y acabarlo. Si te gusta la ilustración más
que pilotar un C-17 ¡ve a por ello! O búscate un novio rico que te saque del
ejército, ¡tú decides!
Eso siempre los había hecho reír y ella replicó.
—Vale..., prefiero acabar el curso de diseñadora gráfica.
—Hablando de novios, ¿cómo va el tema?
Sentándose en el sillón, se retiró el pelo de la cara y contestó.
—Sabes que no quiero ningún novio. Me gustan los amigos. Con eso
me basta y sobra.
—Pero a mí no, Mel. Tienes que encontrar a alguien especial. Alguien
que...
—No.
La rotundidad de su respuesta le hizo decir a Robert:
—Lo hemos hablado mil veces, cabezota. No todos los hombres son
como el idiota de Mike. Que él te engañara no quiere decir que todos vayan
a hacerlo. Pero claro, conociéndote, debes de ir en plan teniente Parker, la
asustahombres, ¿verdad?
Él la conocía muy bien... Divertida, respondió:
—¿Sabes, Robert? Si de verdad le gustara a alguno de los tipos con
los que salgo, la teniente Parker no los asustaría. Pero da la casualidad de
que no busco gustar. Sólo busco divertirme y pasarlo bien. El
romanticismo no es lo mío.
—Lo era... tú eras muy romántica hasta que el capullo de Mike te
jorobó la vida. Desde luego, le tienes que agradecer el que tengas hoy a
Sami, pero ese capullo te hizo tanto daño que...
—No quiero hablar más de él —lo cortó.
—Vale. No hablaremos más de él. Pero me parece que voy tener que
buscarte un novio. Conozco a varios hombres que...
—¡Ni se te ocurra!
Animados, hablaron durante un buen rato. Robert sabía lo mucho que
la muerte de Conrad le debía de haber dolido a su buena amiga y no colgó
el teléfono hasta que la oyó reír a carcajadas.

Al día siguiente, tras una jornada agotadora con Sami, al llegar la
noche le pidió a su vecina Dora que se quedara con la pequeña durante unas
horas. Necesitaba salir y desfogarse.
Cuando llegó al Sensations, como siempre, rápidamente varios
hombres la abordaron y se decidió por dos de ellos y una mujer. En esta
ocasión, cuando entraron en un reservado, ______ les ordenó que bajaran la
luz mientras ella ponía un CD de música y la voz de Bon Jovi y su rock
duro comenzaban a sonar.
Cuando los hombres la miraron, ella pidió que la desnudaran.
Encantados, así lo hicieron y cuando la tuvieron totalmente desnuda, ella
misma se puso su pañuelo de seda en los ojos y ordenó:
—Hacedme vuestra. No preguntéis. Sólo hacedme vuestra.
La mujer la llevó hasta la cama y la tumbó. ______ se dejó hacer.
Necesitaba olvidar. Necesitaba desconectar de su terrible realidad y sabía
que aquello, al menos mientras durase, la haría olvidarse de todo y
disfrutar.
Notó que la cama se hundía por varios puntos y pronto sintió que le
besaban la planta de los pies, el estómago y los pechos. Varias manos
paseaban por su cuerpo y el vello se le puso de punta.
Aquello era lo que hizo en un tiempo con Mike, otros hombres, otras
mujeres. Sexo... juegos... morbo. Vivir la vida. Era excitante e intentó
disfrutarlo. Por ella. Por ellos.
Pasados unos minutos, sintió cómo las manos de la mujer le separaban
las piernas y con su boca se adueñaba de su sexo. La chupó. Lamió con
deleite y ella disfrutó. Mientras, la lengua de la desconocida se enredaba en
su clítoris y se apretaba contra ella ofreciéndoselo todo. Instantes después,
sintió cómo un dedo intentaba entrar en su ano hasta que lo consiguió. Un
gemido gustoso salió de su boca, mientras otro de los hombres le
mordisqueaba los pechos y el segundo le introducía con premura su pene
en la boca. Con sensualidad, ahora era ella la que chupaba y lamía,
mientras permitía que aquellos tres se adueñaran de su cuerpo y la música
heavy continuaba. Un juego caliente al que le gustaba jugar con Mike y que
deseaba repetir de nuevo.
De pronto, la mujer que estaba entre sus piernas se apartó. Notó que
alguien tomaba su lugar y la penetraba. _______ jadeó mientras el desconocido
la empalaba una y otra vez, dándole placer.
—Háblame —exigió ella.
Si algo la excitaba, eran las voces cargadas de erotismo, las frases
calientes mientras practicaba sexo. El lenguaje obsceno que en ocasiones
se utilizaba, sumado a lo que se hacía, era para ella altamente provocador.
Mike lo hacía y _______ lo necesitaba.
—¿Te gusta cómo te follo? —preguntó el hombre.
—Sí... sí... sigue.
Él la agarró por la cintura para encajarla más y ella murmuró:
—Sí, Mike...
—Eso es, preciosa... —respondió el desconocido sin importarle que
ése no fuera su nombre—. Sigue... sigue así.
Aquellos movimientos la llevaron a tener un intenso orgasmo y
cuando él bufó y alcanzó asimismo el clímax, sintió que otras manos la
asían con fuerza, le daban la vuelta para ponerla a cuatro patas y la volvían
a penetrar.
—Separa los muslos... más... más... —exigió el segundo hombre.
_______ hizo caso, mientras sentía cómo él se recostaba sobre su espalda,
le daba un azote seco en las nalgas y murmuraba:
—Arquéate...
Ella hizo caso y el hombre, agarrándola por los hombros, la empaló en
él y cuando ella gritó, susurró:
—Así... vamos... otra vez.
______ lo volvió a hacer y volvió a gritar, totalmente entregada al
disfrute.
Sin descanso, aquel hombre tiraba de ella y la penetraba. Su pene era
más ancho que el del anterior y la llenaba más.
¡Mike! Así jugaba con él.
Disfrutó imaginando, fantaseando con un pasado que nunca regresaría,
mientras sentía sobre sus nalgas golpear el pubis de aquel nuevo Mike.
El olor a sexo llenó la estancia. Nadie volvió a hablar. Sólo se
limitaban a dar y a proporcionar placer. El placer que ella había ido a
buscar y había exigido.
Liberada, _______ tembló sin control y, al sentir sus contracciones por lo
que el tipo le hacía, mordió la sábana para no soltar un enorme grito de
placer, mientras él hacía ruidos guturales cada vez que la penetraba.
Cuando el segundo hombre finalizó, ______ sintió cómo las manos de la
mujer la hacían incorporarse y la volvían a colocar boca arriba en la cama.
Se abrió de piernas para ella, que la lavó con agua. Una vez terminó, la
secó, le abrió al máximo las piernas y con una exigencia que a ______ la
excitó, comenzó a masajearle el clítoris en círculos para después
apretárselo y soltarlo. Extasiada por el momento, sintió la lengua
abrasadora de aquella mujer lamer sus fluidos, mientras los otros tipos le
chupaban los pezones.
Morbo en estado puro. Eso era lo que necesitaba.
La mujer reptó por su cuerpo sin besarla, pues había quedado claro
que no habría besos, acercó su boca a la suya y preguntó:
—¿Puedo ofrecerme a ti?
_______ asintió y respondió:
—Siempre y cuando yo también me ofrezca a ti.
Encantada, la mujer incorporó a ______ y ésta se tumbó. Al sentirla en la
cama, ella cambió de posición y la otra, agarrándola de las caderas, colocó
su vagina sobre su boca y _______ jadeó.
No veía nada por el pañuelo, pero el olor a sexo le hizo saber que la
mujer esperaba ser aceptada. El ansia del momento hizo a ______ bajar la
boca y encontrarse con aquella vagina abierta y húmeda. Al primer toque
con su lengua, la otra jadeó. En un perfecto sesenta y nueve entre las dos,
______ se abría para que la otra entrara con sus dedos y su lengua y la mujer
hacía lo mismo. Jugaron con sus clítoris, los chuparon, los mordisquearon
y succionaron hasta que sus cuerpos llegaron al máximo placer.
El espectáculo que les ofrecieron a los hombres era increíble y cuando
ambas llegaron al punto álgido de su juego, uno de ellos susurró:
—No os mováis ninguna de las dos. Os vamos a follar como estáis.
______ asintió mientras escuchaba la canción de Bon Jovi que más le
gustaba a Mike, Social disease.

En la puerta del Sensations, Tom bromeaba con dos de sus amigas.
Alexia y Diana eran calientes y divertidas y siempre que quedaban para
verse en aquel local lo pasaban muy bien. Una vez dejaron los abrigos,
Alexia propuso ir directamente a un reservado. ¿Por qué perder tiempo? Él
accedió.
Al pasar por el reservado seis, la dura música heavy llamó de nuevo
su atención. Recordó a la mujer que vio aquel día y levantó la cortina para
ver si estaba allí. Como siempre, el espectáculo le gustó y sonrió al ver que
era ella y volvió a fijarse en su curioso tatuaje. Un tatuaje que parecía
moverse solo cuando se movía.
—Vamos, Tom —lo apremió Alexia.
Él, mirándola, contestó:
—Dadme dos minutos. En seguida voy.
Cuando las mujeres desaparecieron en el reservado, Tom sonrió. La
noche prometía ser, como poco, fogosa con Alexia y Diana. Pero aun así
entró toda su atención en la mujer que se divertía entre aquellos tres, la
observó mientras ella disfrutaba al compás de la cañera música heavy. De
nuevo se le antojó deliciosa y sexy. Y sin haberle visto la cara, sólo por
cómo movía la cintura mientras era penetrada, se excitó. Quería jugar con
ella, por lo que tendría que descubrir quién era. Intentó ver su cara, pero
entre la luz tenue y el pañuelo que ella llevaba tapándole los ojos, le fue
imposible.
Los jadeos llegaron al máximo y Tom estaba terriblemente excitado.
Quiso desnudarse y tumbarse en la cama junto a aquella mujer para
poseerla. Quería tener su turno, pero no debía. Él no había sido invitado a
aquella fiesta. Finalmente, se dio la vuelta y se marchó al reservado donde
lo esperaban. Allí, cinco minutos después, dos mujeres calientes le
entregaron todo lo que él pidió.

Cuando aquella noche ______ llegó a su casa, tras darle las gracias a
Dora, se duchó y acostó como una autómata. El sexo para ella sólo era
sexo. Nada de sentimientos. Sólo placer y, sin pensar más en ello, se

durmió.


HOLA!!! OTRO MAS!!! QUE TAL LA ______, ES UNA COCHINOTAAAA!!! JAJAJA OK NO!!! Y EL TOM CON SUS ANTOJOS, CUANDO SE ENTERE QUIEN ES ESA MUJER :D .... BUENO YA SABEN, 4 O MAS Y AGREGO SINO NO ....

NOTA:  PUSE LA CANCION DE LOVE WHO LOVES YOU BACK PORQUE AUNQUE USTEDES NO LO CREAN LE QUEDA A LA NOVELA, PORQUE? PORQUE TANTO TOM COMO LA _____ SE ACUESTAN CON DIFERENTES PERSONAS Y NO AMAN A QUIEN LOS AMAN SINO CHEQUEN EL VIDEO DE TOKIO HOTEL Y SE DARAN MAS O MENOS UNA IDEA DE PORQUE LA PUSE :D ... 

BUENO AHORA SI ME VOY, ADIOS Y BUENAS NOCHES :))

4 comentarios:

  1. Ooo dios mio. Ajajajajaj que tn
    Ya quiero que tom y tn se encuentren ajajjaja
    sube pronto

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  2. :O Oh my god (Tn) es una morbosa jajaja hayyy pero ya quiero que Tom y (Tn) se encuentren y tengan acción y espero que sea mejor de lo que he leído virgiii pleaseee!!!!

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  3. Ya quiero que Tom descubra quien es esa mujer que lo excita tanto osea (Tn) falta mucho para eso??? y que haya acción entre ellos jeje!!!

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  4. Te juro que pagooo por leer ciando Tom descubta a (tn)!!

    Ya quiero q eso pasee!! Falta mucho para esooo??

    Siguelaaa.. Si la cancion va perfecto conla fic :D

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